La Trama de la ópera ” La Mujer sin sombra “

La trama de la ópera “La mujer sin sombra” gira en torno a Barak; de profesión tintorero

Richard Georg Strauss (1864– 1949) fue un reconocido director de orquesta y compositor de origen alemán. Ganó fama se generó pos la calidad de sus óperas, poemas sinfónicos y lieder (canción lírica breve cuya letra es un poema). Su obra se inicia en el romanticismo tardío, llegando a la mitad del siglo XX. Este compositor alemán, junto a Gustav Mahler, representa el orecimiento tardío del romanticismo germánico que inicio Richard Wagner.
Las obras de Strauss, tanto las sinfónicas como las óperas, se caracterizan por una orquestación muy re nada y un tejido armónico avanzado y complejo. “La mujer sin sombra” es la séptima ópera de este excelente compositor, cuyo liberto fue escrito por Hugo von Hoffmannathal (Viena, 1874 – 1929). Como libretista de Richard Strauss escribió varias óperas más, a destacar Elektra, El caballero de la rosa y Ariadne auf Naxos. Del libreto de esta obra podemos decir que, estando lleno de simbología, no es fácil de seguir, hablando de la vida terrenal y de la inmortalidad.
Es esta una ópera en tres actos. Se estrenó el 10 de octubre de 1919 en el Teatro de la Ópera Estatal de Viena. Los personajes de Barak, tintorero, y de “la mujer”, esposa del tintorero, recayeron en el estreno en el barítono Richard Mayr y en la soprano dramática Lotte Lehmann. El primero se creó una gran fama por su virtuosismo en las óperas de Strauss, Mozart y Wagner. Ella es considerada, aún hoy, una de las cantantes dramáticas más notables de todos los tiempos. En esta obra, el autor trabajó durante seis largos años, siendo considerada por los expertos de mayor di cultad que “La auta mágica” en lo referente a la duplicidad y superposición de acciones en escena.
En su argumento nos encontramos que “La Emperatriz”, esposa de “El Emperador” e hija del rey de los espíritus “Keikobad”, es estéril debido a que por no ser del todo humana no tiene sombra. Un mensajero del Rey (“Keikobad”) le anuncia que por deseo del rey, si en el plazo de tres días no encuentra una sombra su esposo “El Emperador” será convertido en piedra. La nodriza de “La Emperatriz”, que se caracteriza por su odio a los humanos, se convertirá en su mejor ayuda y, con ella, planea apoderarse de la sombra de “La mujer” del tintorero “Barak”, ya que esta no desea tener hijos.

Barak” al conocer que su mujer planea vender su sombra a “La Emperatriz”, se opone a ello. Llegado el momento en que “El Emperador” está a punto de convertirse en piedra, “La Emperatriz” debe beber el agua de la vida y quedarse con la sombra de la tintorera. Finalmente desiste pues entiende que su felicidad no puede basarse en la infelicidad de otros. Este gesto hace que la sombra, en reconocimiento de su bondad, se extienda a sus pies, haciéndola humana. Su esposo “El Emperador” se salva, dotando de un nal feliz a la ópera.
Durante unas cuatro horas, aproximadamente, podemos asistir a la representación de esta obra que nos permitirá disfrutar de grandes desafíos en el foso orquestal, así como en el escenario donde los protagonistas de la obra deben poseer de su ciente caudal vocal para estar al nivel de la gigantesca orquesta straussiana. A destacar, por su di cultad el personaje de “La Emperatriz”, sin dejar a un lado a “La Mujer”, que requiere al igual que el anterior, de sendas sopranos dramáticas para su correcta ejecución. Podemos decir que, aun siendo menos exigentes, “EL Emperador” y “Barak” son igualmente de un alto grado de di cultad.